El invierno acaba de comenzar en el hemisferio norte.
¡Cuida tu dieta para tener una salud de hierro!
En invierno debemos adaptar nuestra dieta a las bajas temperaturas.
De esta forma, tenemos que tratar de ingerir alimentos que fortalezcan nuestro sistema inmune y nos protejan frente a posibles enfermedades o infecciones. Lo ideal es seguir una alimentación equilibrada y saludable que incluya productos de temporada como los siguientes:
Verduras. Las verduras típicas de esta estación son las espinacas, las acelgas, el repollo, el brócoli, la coliflor, el rábano, el puerro y las alcachofas. También es importante que incorporemos ajo y cebolla a nuestras comidas, ya que presentan componentes antivirales y antibacterianos que nos protegen frente a posibles infecciones. Tampoco debemos olvidar las zanahorias, un ingrediente rico en betacarotenos. Nuestro cuerpo transforma esta sustancia en vitamina A, un nutriente esencial para promover el buen estado de las membranas mucosas.
Legumbres. Las lentejas, los garbanzos, las alubias y los guisantes son alimentos muy beneficiosos. Las legumbres son una fuente natural de fibra rica en proteínas vegetales, por lo que es muy importante darles el lugar que merecen dentro de nuestra dieta en cualquier época del año. Sin embargo, normalmente preferimos comerlas en invierno. No olvides ingerir también algún alimento rico en vitamina C después de las lentejas para mejorar la absorción y la biodisponibilidad del hierro que contienen.
Caldos. Los caldos naturales nos ayudan a hidratarnos en una época en la que no solemos tener demasiada sed. Además, son ricos en nutrientes. Basta con que pongas a hervir unos huesos de pollo con zanahoria, cebolla, ajo y perejil durante un par de horas. A continuación, podrás colarlo a un recipiente de cristal y meterlo en el congelador o añadir unos fideos finos para conseguir una deliciosa sopa.
Pescado. El salmón y el atún son dos grandes opciones, ya que presentan un alto contenido en vitamina D.
Huevos.Los huevos contienen zinc y selenio, dos minerales esenciales para nuestras defensas. Además, son ricos en vitaminas, proteínas y ácidos grasos. Debemos incluirlos en nuestra dieta porque ayudan a prevenir infecciones. Cuando te apetezca algo ligero para comer, puedes optar por una sabrosa frittata de setas y espinacas con huevo.
Jengibre. Se trata de un ingrediente muy conocido por sus propiedades medicinales. Además de favorecer la buena salud de los sistemas digestivo y respiratorio, ayuda a combatir los virus y las bacterias dañinas gracias a su alto contenido en potasio, niacina y vitamina C. Por si esto fuera poco, también aporta grandes beneficios cuando estamos resfriados o nos duele la garganta. Recuerda que su piel es tóxica, por lo que siempre se debe pelar. Una vez hecho esto, pon la raíz a infusionar en agua hirviendo unos minutos y endulza con un poco de miel.
Fruta. Las naranjas y las mandarinas deberían ser grandes protagonistas en nuestra dieta de invierno por tratarse de cítricos con un elevado contenido en vitamina C. Otras frutas que reportan beneficios durante esta época son el kiwi, la piña y la fresa.
Frutos secos. Las almendras, las avellanas, las nueces y los anacardos son productos que pueden complementar nuestra dieta a la perfección durante estos meses.
Alimentos fermentados. Contienen probióticos que favorecen el crecimiento de la flora bacteriana y resultan especialmente beneficiosos para los sistemas inmune y digestivo. En esta categoría entrarían el yogur, los pepinillos, el chucrut, las aceitunas, el queso, el kéfir, el tempeh, la kombucha y el miso.
¡Demos la bienvenida a esta nueva estación! Ponte tu jersey favorito y prueba nuevas recetas. Las necesidades de nuestro cuerpo cambian con el descenso de las temperaturas, por lo que debemos modificar ligeramente la planificación de nuestras comidas.