Muchos veterinarios y auxiliares han oído hablar del Síndrome de Burnout: en las redes sociales, hablando con los compañeros o bien han leído algún artículo de los muchos que se han publicado en las más prestigiosas revistas del sector.
Lo preocupante es que estos mismos veterinarios y auxiliares, inmersos en la vorágine del día a día, no tengan tiempo para ponerse a pensar si el agotamiento crónico y la incapacidad de afrontar un nuevo día o desazón creciente que experimentan es precisamente Burnout.
¿Quizá es tu caso?
Tu cuerpo no engaña. Descubre los síntomas de Burnout a nivel físico
¿Te cuesta dormir o te despiertas preocupado de madrugada? ¿Te levantas agotado aunque hayas conseguido dormir las horas necesarias? ¿Necesitas café a todas horas para seguir el ritmo? Ok, estamos describiendo los primeros indicios de Burnout.
El sistema digestivo es nuestro segundo cerebro. Un estado nervioso alterado puede provocar también dolor abdominal o estomacal o incluso síntomas de colon irritable. Otra manifestación física de Burnout son los problemas cutáneos idiopáticos o incluso taquicardias súbitas o dolor en el pecho.
Sentirse agotado todo el día, necesitar café para seguir adelante o tener problemas digestivos pueden ser síntomas físicos de Burnout
¿Y tu mente? ¿Cómo te sientes?
Te proponemos un pequeño test para descubrir cómo te sientes “de verdad”. Sé sincero contigo mismo.
- ¿Prefieres trabajar solo “pasando” de los demás?
- ¿Has perdido el interés en lo que antes te gustaba?
- ¿Prefieres quedarte en casa en lugar de salir con los amigos o reunirte con la familia?
- ¿Sientes que se te olvidan cosas?
- ¿Pasas de estar eufórico a sumamente deprimido?
- ¿Te sientes frustrado o enfadado cuando estás en la Clínica?
- ¿Te cuesta cada día más hacer las tareas del día a día?
- ¿Has pensado en lastimarte alguna vez o hacer daño a los demás?
Solo con que hayas contestado SI a la mitad de las preguntas, estás empezando a tener síntomas de Burnout.
Cambios de humor, querer trabajar solo, pérdida de memoria o estar tan cansado que no apetece salir ni ver a nadie también son síntomas de Burnout
¿Y ahora qué? ¿Qué puedo hacer para que el Burnout no vaya a más?
Por suerte, muchas cosas. Debes aprender a cuidarte un poco más. Sabemos lo que es la profesión, la responsabilidad que conlleva y sus largas jornadas de trabajo a menudo mal retribuidas. Comidas a destiempo y con prisas, informes que te llevas a casa, falta de tiempo para hacer algo tan básico como la compra o la colada, fines de semana preparando alguna conferencia o asistiendo a un Congreso… Esta es la realidad que viven muchos veterinarios.
Precisamente para aguantar bien el ritmo necesitas “mimarte” y aprender a desconectar. Necesitas establecer límites, necesitas aprender a decir NO. Necesitas cuidar tu cuerpo y tu mente. El truco es ORGANIZACIÓN e INTELIGENCIA EMOCIONAL.
¿Podemos darte algunas sugerencias para cuidar tu cuerpo?
Organiza tu ”horario” diario y ¡sé escrupuloso en ello! Respeta los horarios de las comidas y de sueño.
Organiza tu alimentación. Sigue una dieta equilibrada y lo más casera posible. Organiza tus menús semanales y dedica solo un día a la semana, máximo dos, a hacer la compra y a hacer batch cooking como hacen los cocineros profesionales para organizarse. Ganarás tiempo libre y seguramente ahorrarás dinero. En la sección EatWellVet encontrarás trucos para encontrar tiempo para cocinar y recetas para poder llevarte a la Clínica.
Practica algún deporte que te guste o aprende técnicas de yoga. La actividad física ayuda a segregar serotonina y endorfinas que mejoran la sensación de bienestar. En la sección VetYogui de HVP encontrarás ejercicios pensados por un veterinario clínico y profesional del yoga para veterinarios.
Sé escrupuloso con los horarios, organiza tu tiempo y practica algún deporte o yoga para cuidar tu cuerpo.
Cuídate también a nivel mental para evitar o superar el Burnout
Tu mente merece también los mejores cuidados para poder estar al 100% cuando la necesites. Su peor enemigo es el estrés. Puedes reducir tus niveles de estrés siguiendo estas reglas saludables. ¡Decide tú mismo el orden de importancia!
Regla nº 1. Aprende a desconectar del trabajo. Es muy importante que “los casos” se queden en la Clínica. Mírate a ti mismo como individuo y no solo como veterinario. Escucha tu música favorita, lee un buen libro, disfruta jugando con los niños si tienes familia o practica algún deporte con tu mascota. ¡Mañana será otro día!
Desconecta, desconecta y después, desconecta. Sal con tus amigos y diviértete. Y, sobre todo, aprende a explicar lo que te pasa.