¿Te agobias con el exceso de ruido? ¿Acabas la jornada profundamente afectado por algún caso que no ha acabado bien o algún problema con un cliente? ¿Necesitas retirarte a solas y en silencio de vez en cuando para recargar las pilas? No te preocupes, no eres el “raro” de la clínica. Podría ser que fueras una HSP (Highly Sensitive Person). Descubre si es tu caso y toma medidas para protegerte y evitar el burnout.
La Alta Sensibilidad es un rasgo de la personalidad definido por la psicóloga norteamericana Elaine N.Aron en 1991 y con el que se identifica entre un 15 y un 20% de la población mundial. Ser veterinario o ATV con Alta Sensibilidad puede significar que al final de cada jornada laboral acabes tan exhausto que acabes cuestionando si realmente merece la pena esta profesión.
¿Cómo saber si eres un veterinario o ATV HSP?
Uno de los rasgos más característicos que definen a las HSP es la capacidad para captar cosas muy sutiles que se les escapan al 80% restante de la población: gestos, actitudes, olores, matices de color, ruidos, tonos de voz, la sensación del ambiente… Es un bombardeo constante de información que sobreexcita el sistema nervioso de una HSP.
Si a todo esto le añadimos una elevada empatía, es posible que la clínica sea demasiado estresante y el veterinario o el ATV con Alta Sensibilidad acabe totalmente desbordada.
Descubre si eres una HSP con este test de autoexamen de la Dra. Elaine N. Aron
- Soy consciente de cosas muy sutiles de mi entorno.
- Me afecta el comportamiento de los demás.
- Suelo ser muy sensible al dolor.
- En los días “busy”, necesito retirarme, buscar una habitación en penumbra o cualquier lugar donde pueda encontrar intimidad y alivio frente a la estimulación.
- Soy especialmente sensible al efecto de la cafeína.
- Me molestan las luces brillantes, los olores fuertes, los tejidos bastos o las sirenas de policía y ambulancias.
- Tengo una vida interior rica y compleja.
- Los ruidos fuertes me hacen sentir incómodo.
- Me conmueven profundamente las artes o la música.
- Soy muy concienzudo.
- Me sobresalto con facilidad.
- Me agobio cuando tengo muchas cosas que hacer en poco tiempo.
- Cuando alguien se siente a disgusto en un entorno físico, suelo saber lo que hay que hacer para hacerlo sentir más cómodo (por ejemplo, bajar la intensidad de la luz o cambiar los asientos).
- Me molesta que los demás pretendan que haga demasiadas cosas a la vez.
- Me esfuerzo por no cometer errores u olvidarme de algo.
- Suelo evitar películas violentas y los shows televisivos.
- Me resulta desagradable la activación que me provoca el ajetreo a mi alrededor.
- Los cambios en la vida me conmocionan.
- Suelo percibir y disfrutar las buenas esencias, sabores, sonidos y obras de arte.
- Le doy mucha importancia a disponer mi vida de modo que pueda evitar situaciones perturbadoras o abrumadoras.
- Cuando tengo que competir o soy observado en la ejecución de una tarea, me pongo tan nervioso o inseguro que termino haciéndolo peor de lo que podría hacerlo.
- Cuando era niño, mis padres o mis profesores me solían ver como una persona sensible o tímida.
- Acéptate como eres: La HS no es una enfermedad ni un “problema”, es una condición de la raza humana frente a determinados entornos. El problema es la sociedad en la que vive la HSP, que le hace renunciar a la sensibilidad: eres un exagerado, no te compliques, has de ser más duro…
- Conócete a ti mismo: observa los problemas o las tendencias repetitivas que te puede causar la HS y aprende a gestionarlas.
- Ejercita tu cuerpo y tu mente: si acabas tu jornada laboral saturado, relaja tu cuerpo y mente con yoga y meditación, haz ejercicio físico de cualquier tipo o pasea por la naturaleza.
- Pon límites para evitar la saturación y crea un espacio donde refugiarte. Aprende a decir que NO.
- Busca ayuda de un terapeuta para aprender a gestionar tus emociones antes de llegar al límite de la saturación. ¡Evita el burnout!