La primera adaptación conocida del yoga a una silla y otros elementos de apoyo llegó de la mano de B.K.S. Iyengar en 1952, durante una serie de presentaciones relacionadas con esta disciplina oriental y dirigidas al público occidental. Sus diversas complicaciones a nivel de salud y discapacidades llevaron al maestro a desarrollar distintas secuencias para determinadas lesiones específicas. Además, fue él quien introdujo el concepto de adaptar la postura a la persona o a la situación, en lugar de hacerlo a la inversa. En esta serie nos centraremos en la comodidad y la forma anatómica de las posturas para eliminar las variables que pueden representar un obstáculo, así como para favorecer una respiración segura y libre. Solo necesitarás la típica silla sólida, un poco de espacio, almohadas, una cuerda (opcional), algo de música o, si quieres establecer una conexión más profunda con el sonido de tu respiración, un ambiente totalmente silencioso.
Categorías: Yoga en silla, Yoga para vetes
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