Al igual que les ocurre a muchos profesionales sanitarios, solemos centrarnos tanto en cuidar de los demás que a veces se nos olvida hacer lo propio con nosotros mismos. El trabajo acumulado, los turnos interminables en la clínica y la responsabilidad que adquirimos de cara a los pacientes nos lleva a comer de forma poco saludable la mayor parte de la semana.
No obstante, esto es algo que podemos cambiar si de verdad queremos hacerlo. Al principio, basta con fijarnos en dos ideas sencillas: La primera es no sentirse culpable por parar a comer. La segunda, planificar las cosas con antelación. En esta sección te mostraremos cómo elaborar comidas fáciles y deliciosas. Pon tu música favorita y descubre el lado más divertido de la cocina.
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Alimentación sana
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