El burnout se puede prevenir con muchas técnicas que te ayudarán a ser emocionalmente más fuerte y resiliente. Las hemos ido tratando a lo largo de varios artículos en HappyVetProject. Sin embargo, puede llegar un punto en el que no puedas hacer nada más por ti mismo. Es el momento de acudir a la ayuda de un psicólogo.
Notas que no estás bien o lo que es peor, sabes que no estás bien pero sigues adelante como si no pasara nada. Antes de llegar al extremo de tocar fondo, ¿Por qué no pides ayuda psicológica? El psicoterapeuta puede diagnosticar correctamente lo que te sucede y luego darte las herramientas que necesitas para superar y sobrellevar la carga emocional y de estrés de la profesión veterinaria. ¡Vaya, parecido a lo que haces tú cada día!¿Te suena?
Acudir a terapia especializada no es un síntoma de incapacidad para gestionar tu vida ni de debilidad. Los psicólogos pueden ayudarte a ser una persona con más recursos en inteligencia emocional y preparada para afrontar los retos diarios de la profesión.
En este artículo te explicamos los 8 signos que te indicarán que ha llegado el momento de acudir a un psicoterapeuta.
- Cuando la muerte de los pacientes y el duelo de las familias te afectan por un tiempo relativamente largo
- Si sientes un gran malestar, sufrimiento o estás triste la mayor parte del tiempo
- No ves claro el futuro
- Has perdido el control sobre tu vida
- Tienes pensamientos negativos constantemente
- Te sientes agresivo y enfadado con el entorno
- Te sientes estresado permanentemente
- No puedes dormir bien o no descansas cuando duermes
Cuándo acudir al psicólogo
No esperes a que los problemas te superen antes de obtener ayuda. Tomar la decisión de acudir a psicoterapia puede costarte debido a los prejuicios que todavía existen en torno a estos profesionales.
Por suerte cada vez está más normalizado recurrir a la ayuda de un psicólogo para resolver conflictos que arrastramos del pasado y para tener las herramientas adecuadas para afrontar los retos del presente.
Como profesional veterinario y sobre todo como persona, existen algunos casos en los que es necesario y muy recomendable buscar esta ayuda antes de tocar fondo:
1. Cuando la muerte de los pacientes y el duelo de las familias te afectan por un tiempo relativamente largo
El profesional veterinario, como todos los sanitarios, debe aprender a convivir con la vida y con su contrapartida, la enfermedad y la muerte. Muchas personas que se dedican al cuidado de animales suelen ser HSP, o lo que es lo mismo, personas de Alta Sensibilidad (HSP). Esta característica de carácter puede provocar que sea difícil gestionar emocionalmente el dolor de los pacientes y las familias.
Si este dolor y malestar se vuelven crónicos, aunque no seas HSP, es necesario buscar ayuda psicológica. La Fatiga por Compasión es una de las principales causas de Burnout y, si no se tienen herramientas para sobrellevarlo, puede causar el abandono de la profesión por rechazo.
La tristeza, la agresividad o los pensamientos negativos recurrentes son motivos suficientes para buscar ayuda psicológica
2. Si sientes un gran malestar, sufrimiento o estás triste la mayor parte del tiempo
El sufrimiento puede ser algo con lo que el profesional veterinario aprende a convivir diariamente. Hasta cierto punto es normal que tras un evento negativo, sufras tristeza y malestar.
Si este estado se prolonga en el tiempo pueden convertirse en algo patológico que perjudique el funcionamiento normal de tu vida y tu profesión. Por suerte, el psicólogo te ayudará a superar la tristeza y la incapacidad de avanzar sin tener, en muchos casos, que sacrificar la profesión que tanto amas.
3. No ves claro el futuro
La falta de adaptación a las exigencias de la profesión y a lo que recibes a cambio puede hacer que te plantees abandonarla y no ver claro tu futuro. Esto puede afectar tu motivación y tu bienestar general. El psicoterapeuta te ayudará a conocerte mejor y saber cuáles son tus deseos y tus prioridades para que puedas orientar tu futuro de manera realista.
4. Has perdido el control sobre tu vida
¿Hace tiempo que sufres ansiedad? ¿Has perdido el control sobre tu vida? Esto puede afectar tu trabajo, tu relación con los demás o incluso encontrar pareja. El primer paso es hacer una evaluación sincera de tu vida y aprender a desconectar de la Clínica. Si al cabo de un tiempo de buenas prácticas sigues con ansiedad y estrés, ha llegado el momento de buscar ayuda profesional.
5. Tienes pensamientos negativos constantemente
La Fatiga por Compasión y el Síndrome de Burnout pueden provocar que el profesional veterinario llegue a un punto de no retorno. Algunos rasgos de carácter como el perfeccionismo, la incapacidad para aceptar errores y un exagerado sentido de la responsabilidad, combinados con otros factores de riesgo de la profesión, pueden aumentar el riesgo de Suicidio.
Si tienes pensamientos negativos que te impiden vivir la vida con normalidad, si crees que siempre piensas en catástrofes, tienes alguna obsesión o incluso te planteas acabar con todo, es urgente que busques ayuda profesional.
6. Te sientes agresivo y enfadado con el entorno
Puede que sientas ira o agresividad hacia alguien o hacia tu entorno laboral. Esta agresividad puede ser uno de los síntomas de Burnout.
En otros casos es una reacción a la frustración y puede ser una manera de evitar tu parte de culpa, por ejemplo, respecto a una mala decisión que hayas tomado. El psicólogo puede ayudarte a entender mejor tu carácter y lo que te está pasando, a aceptarte a ti mismo y a manejar las situaciones que te afectan.
El estrés y dormir mal pueden causar trastornos físicos, emocionales y del comportamiento.
7. Te sientes estresado permanentemente
El estrés crónico, especialmente en el trabajo, es uno de los fenómenos más frecuentes en nuestra sociedad y en especial en la profesión veterinaria. Puede afectar gravemente tu salud psicológica y física. El estrés altera tu pensamiento y tu conducta y provoca reacciones fisiológicas, físicas, cognitivas, emocionales y del comportamiento.
El psicólogo te ayudará a tener herramientas para poner un poco de orden en tu vida y lidiar con el estrés, en caso de que no puedas poner remedio por ti mismo.
8. No puedes dormir bien o no descansas cuando duermes
El ritmo de vida de la profesión, las urgencias o los turnos nocturnos no favorecen el descanso natural y pueden hacer que descanses muchas menos horas de las que serían necesarias. Esto tiene un efecto negativo en tu vida, repercutiendo en tu carácter, tu concentración y tu resistencia física para afrontar los retos del día en condiciones.
Aprender a dormir mejor es casi una obligación para cualquier profesional veterinario. Si después de practicar las técnicas recomendadas en el post Trucos vet para descansar mejor y levantarte como nuevo sigues teniendo pesadillas, sonambulismo o trastornos de conducta asociados al sueño REM, la terapia psicológica te puede ayudar a superarlos.
Un psicólogo puede ofrecerte soluciones y ayudarte a superar las dificultades por las que estés pasando. No esperes a que los problemas se agraven. Incluso estando aparentemente bien, muchos veterinarios han realizado el test de Burnout y se han sorprendido con los resultados.