Como veterinario, tener un hobby alejado de tu profesión es una de las decisiones más sabias que puedes tomar en tu vida, por más que te apasione tu trabajo. Puede ser un deporte, una actividad creativa, tocar un instrumento, un club de lectura o cultivar un huerto. Hay tantos hobbies como personas. Encontrar el tuyo te ayudará a desconectar de la rutina diaria, reduciendo los efectos del estrés.
¿Cómo encontrar tu hobby para reducir el estrés?
Tu profesión te encanta pero pregúntate si “vestir el pijama de veterinario” incluso en tu tiempo libre no te acabará pasando factura. Las características del trabajo en la clínica y el estrés continuo que vive la mayoría de profesionales veterinarios está provocando trastornos mentales como ansiedad o burnout que acaban en depresión en algunos casos, lo que representa una gran amenaza para el colectivo.
Encontrar alguna actividad o un hobby que te sirva para desconectar es una sabia decisión. Para definirlo como hobby debe ser una actividad que te interese de verdad, que te sirva de entretenimiento o de distracción en tu tiempo libre.
¿No hay nada que te interese? Puedes crear tu propio hobby: solo piensa en algo que realmente te haga feliz (y que no sea la veterinaria!).
O bien prueba diferentes actividades. Investiga si alguno de tus amigos practica algún deporte que te gustaría, o va a clases de teatro, de canto o de baile – ¡igual tu sueño de pequeño era ser bailarín de danza contemporánea! – Si te gusta comunicar puedes escribir un blog o tener tu propio canal online de radio o de youtube sobre un tema que te encante . También puede ser algo que requiera aprender una técnica como la pintura, escultura, fabricar cosmética natural o clases de repostería. O si tienes una mascota que necesita mucho ejercicio, puedes practicar algún deporte con tu amigo peludo.
Elige el hobby que más te guste. Te permitirá desconectar del estrés semanal, será beneficioso para tu salud y te ayudará a socializar.
¿Por qué todos los profesionales veterinarios deberían tener un hobby?
Cuando estás haciendo algo que te gusta o te entretiene, tu cerebro segrega más endorfinas y serotonina. Además de hacerte sentir estupendamente, durante este rato en el que has estado pintando, tocando la guitarra o practicando tu deporte favorito ¡has dejado de pensar! Y esto es lo más importante: has podido desconectar de tus casos clínicos y de tu agenda profesional.
Además, tener una afición que te apasiona te puede ayudar a
Ampliar y desarrollar tus capacidades y además, conocer tus virtudes y defectos. ¿Eres impulsivo o demasiado reflexivo? ¿Te cuesta concentrarte? ¿Eres de los de dejar las cosas para mañana?
Mejorar tu disciplina y tu creatividad. Las actividades creativas, además, tienen un plus. La Dr.Tamlin Conner de la Universidad de Otago, en Nueva Zelanda, demostró en un estudio que las actividades creativas (por ejemplo pintar, innovar en la cocina, dibujar, la escritura creativa) aumentan el entusiasmo, la sensación de crecimiento personal y el bienestar.
Mejorar tu vida social y tu calidad de vida, en especial si te apuntas a unas clases o practicas algún deporte de equipo y conoces gente interesante alejada de tu círculo habitual.
Evitar el nerviosismo, la ansiedad y la depresión, ya que favorecen el equilibrio mental y el autodominio.
¿Te apuntas?
Los hobbies pueden permitirte encontrar tus talentos o vocaciones ocultas. Y si practicas alguno que requiere interacción con otras personas, te ayudarán a estimular tu vida social y a ampliar tu círculo e intereses fuera de la clínica.
Referencias
Conner, T., DeYoung, C., & Silvia, P. (2016). Everyday creative activity as a path to flourishing. The Journal of Positive Psychology, 13(2), 181-189. doi: 10.1080/17439760.2016.1257049.