Cada vez que un profesional dimite por agotamiento pierdes dinero. El burnout está provocando grandes rotaciones de profesionales en los centros veterinarios tanto en Estados Unidos como en Europa. Las pérdidas millonarias del burnout tienen solución mejorando horarios y carga de trabajo en Clínicas y Hospitales.
Como gerente o propietario de una Clínica u Hospital Veterinario sabes perfectamente los beneficios económicos y humanos que reporta un profesional que ha fidelizado a los clientes, domina su campo de trabajo y está adaptado al sistema del centro.
Hablamos de veterinarios, enfermeras o incluso recepcionistas: cuando son buenos en su trabajo todo fluye, el cliente está contento y la rutina diaria, por complicada que sea, es más fácil.
Hasta aquí estamos de acuerdo, ¿verdad? Recuerda ahora cuando X te dijo que dejaba el trabajo para buscar algo más tranquilo o repensar su futuro, después de bastantes bajas. Recuerda también la contrariedad para cubrir estas bajas y reorganizar los turnos de trabajo. Recuerda la dificultad para encontrar a la persona idónea entre todos los posibles candidatos, el proceso de instruirla en las dinámicas de la Clínica y los programas informáticos, las políticas de la empresa sobre atención al cliente… y un largo etcétera que nadie sabe mejor que tú.
¿Cómo saber si algún empleado puede estar sufriendo burnout?
El burnout en una empresa no es fácil de determinar. La persona que lo sufre parece que no está como antes. Puede tener problemas digestivos constantes, estar irritable o enfadarse por cualquier motivo, estar estresado o deprimido y lo que es peor, puede haber perdido el interés por el trabajo y por interaccionar o hacerlo con desgana. Quizá hayas tenido que despedir a alguien muy válido que cambió de carácter, se volvió bastante agresivo y un factor distorsionador en el ambiente del centro y además tuvo algunas negligencias. Todo esto ha podido ser burnout.
El coste económico del burnout
Todo este proceso tiene un coste humano inmaterial y un coste económico. Un estudio publicado en Frontiers in Veterinary Science en febrero de 2022* calculó las pérdidas del burnout en el sector veterinario.
Según este estudio, el costo razonable se estima entre los 2/3 y los 3/4 del salario de la persona que ha abandonado el barco por burnout. Solo en los Estados Unidos el volumen total de pérdidas económicas por este motivo se mueve entre el millón y los dos millones de dólares.
Las pérdidas por burnout no son exclusivas de los Estados Unidos, también están afectando a todos los países de Europa. Las empresas del sector están empezando a sufrir las consecuencias: bajas laborales, personas muy válidas que dejan el centro para buscar otros puestos de trabajo, disminución del rendimiento laboral o incluso jubilaciones anticipadas.
Cuando pierdes a una persona que ha estado trabajando contigo durante años, pierdes también su experiencia y su capacidad de liderazgo.
Además se ha podido comprobar que la persona afectada por burnout puede llegar a un punto de bloqueo y despreocupación por el trabajo y aumentar los errores profesionales. Esto es preocupante cuando hablamos de veterinarios o ATVs en cuyas manos está la salud de los pacientes y el prestigio del centro.
¿Por qué hay tanto burnout en el sector veterinario?
El estudio reveló un dato curioso: los veterinarios propietarios de las Clínicas y Hospitales padecían menos burnout que sus empleados, a pesar de la responsabilidad añadida de la gestión económica de la empresa. La explicación razonable fue que tenían poder de decisión para organizar sus horarios y carga de trabajo.
A menudo se cree que cada persona tiene la capacidad para solucionar el burnout por sí misma. Y es cierto hasta cierto punto. Se puede aprender a organizar mejor el tiempo fuera de la clínica para hacer actividades de desconexión, a ser más eficiente en el trabajo para no perder tiempo, a descansar y comer bien, a relajarse…
Pero la realidad del sector es la que es: si cada día te esperan 8 o 10 horas de trabajo física, mental y emocionalmente extenuante, al final el cuerpo y la mente dirán basta. Y empezarán las bajas y al final, las dimisiones y despidos.
Si eres gerente o propietario, la solución al burnout pasa por tus manos
Parece razonable pensar pues que parte de la responsabilidad está en manos de los gerentes y propietarios de las Clínicas y Hospitales Veterinarios. Implementando las medidas correctas se puede aliviar el burnout, mucho más de lo que las personas pueden hacer por ellas mismas.
El primer paso puede ser mejorar los procesos de comunicación y trabajo en equipo. Es importante que el individuo se sienta libre para expresar su opinión sin miedo a posibles represalias. La comunicación libre puede conducir a mejoras que al final pueden beneficiar a todo el equipo.
El objetivo es llegar a un consenso sobre la mejor manera de trabajar y superar los problemas que plantea el día a día del negocio. De esta manera cada persona siente que su opinión es escuchada y que tiene cierto poder de decisión sobre su vida.
Se ha demostrado que los centros de trabajo donde las personas se sienten psicológicamente seguras tienen menos estrés, menos rotaciones y menos burnout.
Neill C. et al. anticipan que los pasos que tome el sector veterinario para abordar el burnout tendrán un coste económico mucho más asequible que el burnout en sí mismo.
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Referencias
*The economic cost of Burnout in Veterinary Medicine. Neill, C, Hansen, C; Salois, M. Frontiers in Veterinary Medicine. 25 February 2022. Volume 9 – 2022